Se revive “El beso de los invisibles”, símbolo de amor en el centro de Bogotá

Se revive “El beso de los invisibles”, símbolo de amor en el centro de Bogotá

Se revive “El beso de los invisibles”, símbolo de amor en el centro de Bogotá
  • Vértigo Graffiti, creadores de El beso de los invisibles y la FUGA, se unen para recuperar el mural y regalárselo a Bogotá.
  • El mural de casi 10 pisos de alto es un símbolo del centro de Bogotá. Una puerta de entrada a estas tres localidades para quien llega a través de la calle 26, desde el occidente.
  • Fue inspirado en la captura del fotoperiodista, Héctor Fabio Zamora, a una pareja de habitantes de calle que se besaban de manera despreocupada en la zona del antiguo Bronx.
  • En la renovación trabajaron los artistas Santiago Castro (Word) y Ricardo Vásquez (Yurika), integrantes de Vértigo Graffiti.

 

Bogotá, agosto de 2021. El beso de los invisibles, símbolo del arte del centro de la ciudad y uno de los primeros murales de gran formato hecho en Bogotá, es renovado en su totalidad por la FUGA y Vértigo Graffiti, equipo de artistas originales que lo creó hace más de ocho años, como parte de los regalos que recibirá la ciudad por motivo de su cumpleaños número 483.

“El Beso de los invisibles” es un símbolo del centro de la ciudad, del poder para transformarlo desde lo simbólico. Es un gesto de amor para toda la comunidad”, resalta Margarita Díaz, directora general de la FUGA. Darle un segundo aire, precisamente en estos tiempos, es un acto de amor, de respeto y de reconciliación con nuestra humanidad, nuestras historias y nuestra diversidad. Queremos regalarle a Bogotá este símbolo renovado para seguir transformando la ciudad. Estamos convencidos de que siempre valdrá la pena revivir un beso”. 

El símbolo.

En junio de 2013, el equipo de Vértigo Graffiti transformó la entrada del centro de Bogotá. En un mural de 10 pisos de alto y 20 metros de ancho quedó plasmada una imagen de una pareja que se convertiría en un símbolo de la ciudad: El beso de los invisibles. Los reconocidos artistas urbanos se inspiraron en la fotografía de El beso del Bronx del fotógrafo Héctor Fabio Zamora, quien capturó a Diana y Hernán, en aquel tiempo habitantes de calle, que se besaban con intensidad mientras líderes políticos de ese entonces hablaban a pocos metros del lugar.

Con el tiempo, el mural se convertiría en un lugar de encuentro de espectadores, locales y extranjeros y se integraría al conjunto de imágenes públicas que representan el amor, el respeto y la reconciliación.

“Es, sin duda, el mural más significativo de nuestras carreras y ya era hora de regresar a él”, afirma Camilo Fidel López, director del colectivo de artistas Vértigo Graffiti. “Las duras condiciones climáticas de la ciudad, cuyo impacto se nota en sus colores y contrastes, así como las tensiones sociales que hoy son atestiguadas por todos, demandan la renovación de un símbolo que inspira sensibilidad y empatía en los corazones, con el arte y la cultura como herramientas de sanación y acercamiento para todos.”

La recuperación.

La renovación del mural, ubicado en la calle 26 con carrera 13b, fue llevada a cabo por los artistas Santiago Castro (Word) y Ricardo Vásquez (Yurika). Inició el pasado 11 de agosto con una limpieza general al muro y con la aplicación de una capa protectora. En el renacer de este símbolo bogotano se usaron cerca de 30 galones de vinilos y 150 espray de pintura con los cuales se cubrió un área cercana a los 350 metros cuadrados.

La inspiración.

“La idea de la intervención es revivir un símbolo de amor en la ciudad”, destacó Santiago Castro (Word), quien conformó el equipo original de 2013. 

“Vamos a reanimar una imagen para que siga haciendo parte de las conversaciones y los diálogos urgentes en Bogotá”, complementó Ricardo Vásquez (Yurika), quien además tiene una historia personal con el mural puesto que su hija Celeste nació durante la creación de El beso de los invisibles original.

“Queremos que El beso de los invisibles sea una invitación a dejarnos inspirar, amar y cuidar en medio de la cotidianidad de la ciudad. A que reconozcamos las historias, experiencias y oportunidades que habitan el centro de Bogotá y que tenemos la posibilidad de conocer, vivir y transformar”, comenta, finalmente, Margarita Díaz.